Último informe del IPCC emite una alerta al mundo sobre el cambio climático.

09 de noviembre 2018
La investigadora del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), Inés Camilloni, señaló que si continuamos actuando como hasta ahora, “se estima que el 2030 será el primer año crítico; el reporte busca alertar sobre la situación en la que estamos, pero también mostrar que existe y que estamos a tiempo de revertir esa situación”.
La científica es autora principal del capítulo sobre los Impactos del calentamiento global a 1.5 ° C en los sistemas naturales y humanos del Informe especial del IPCC, este estudio fue realizado por 91 autores y editores de 40 países, que recopila más de 6000 referencias citadas, en el informe se destaca una serie de impactos del cambio climático que podrían evitarse limitando el calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2 °C, o más.
Uno de los datos que reporta este informe es la probabilidad que en el océano Ártico quedara libre de hielo en verano, sería de una vez por siglo, Inés Camilloni, al respecto explicó que “en un escenario de 1,5 °C ocurriría 1 vez cada 100 años, pero en un escenario de 2 °C ocurriría cada 10 años, por lo cual el cambio es sustancial y tiene que ver con una de las principales causas que fuerzan el ascenso del nivel del mar, ya no es solo la expansión térmica de los océanos, sino el aporte de agua de deshielo.
Además, señaló que “hace algunos años era precisamente el calentamiento del agua y su expansión lo que provocaba el ascenso del nivel del mar y en segundo lugar el derretimiento de agua dulce desde las zonas continentales, en los últimos años este orden se fue revertiendo, por lo tanto la pérdida de agua dulce que alimenta los océanos significa una cuestión central para el planeta, donde la mayor disponibilidad de agua es agua salada, por lo tanto el recurso de agua dulce debe ser cuidado y protegido, no solo en cantidad sino en calidad”.
El pasado 8 de noviembre, Thelma Krug, vicepresidenta del IPCC y la científica Inés Camilloni, mantuvieron una reunión en el Ministerio del Ambiente con Stephanie Ávalos, subsecretaria de Cambio Climático para tratar sobre las acciones que Ecuador implementa para contrarrestar los efectos del cambio climático y conocer las implicaciones de este informe para los tomadores de decisión.
La vicepresidenta del IPCC, indicó que para evitar el aumento de temperatura del planeta se deben realizar acciones profundas, “en América Latina la parte de los bosques será fundamental, hay una expectativa muy grande de que la reforestación sea una de las maneras para compensar las emisiones de CO2”.
Por su parte, la subsecretaria de Cambio Climático, informó que Ecuador está formulando su Contribución Nacional Determinada (NDC por sus siglas en inglés), al respecto señaló: “esperamos que uno de los legados de la NDC ecuatoriana sea aportar la mayor cantidad de datos para que los tomadores de decisión enfoquen sus esfuerzos y compromisos en acciones que promuevan el desarrollo sostenible del país”. Cabe señalar que la NDC del país busca establecer metas y compromisos alineados con los esfuerzos globales de reducción de emisiones para mantener la temperatura media anual por debajo de los 2ºC.
Al finalizar el diálogo Camilloni concluyó con una reflexión dirigida a la ciudadanía, “existe una alternativa posible, que no es sencilla, que implica una transformación cultural que afecta al modo en el que producimos y consumimos, ese cambio se puede hacer con un compromiso global que no solo debe ser para los próximos años sino sostenerse en el tiempo”, concluyó Inés .
El dato
El IPCC conformado por 195 países, es el órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático. Fue establecido en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el fin de este organismo es facilitar a los responsables de las políticas y tomadores de decisión evaluaciones científicas periódicas del cambio climático, sus implicaciones y sus futuros riesgos potenciales, y de esta manera los gobiernos puedan establecer y ejecutar estrategias de adaptación y mitigación que ayuden a contrarrestar los efectos del cambio climático.