Suyana y Mazharito, los osos de anteojos que regresaron al bosque nublado

Desde hace ocho días, Suyana (hembra) y Mazharito (macho), dos osos de anteojos de un año y un año y medio respectivamente, caminan libres en medio de la espesura vegetal del bosque nublado ecuatoriano. Luego de varios meses de su rescate, atención, cuidados y monitoreos constantes, el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), en coordinación con la Fundación Oso Andino, los trasladó a un sector de la Cordillera Oriental de Andes, para que puedan desarrollarse en su hábitat natural.
Pero su liberación fue solo un paso más dentro del proceso para la protección y conservación de su especie, en peligro de extinción. Todo empezó cuando estos ejemplares llegaron al Centro de Rescate Segunda Oportunidad, en Pichincha. Eran pequeños oseznos de entre seis y siete meses, aproximadamente. Tenían peso insuficiente para su edad y necesitaron un tratamiento específico para que su crianza sea adecuada.
Una vez recuperada la salud, Mazharito y Suyana fueron trasladados a un sitio de rehabilitación silvestre ubicado en Las Palmas, un poblado de la provincia de Napo. Allí permanecieron bajo la custodia de especialistas, era necesario registrar su comportamiento y evolución para que las condiciones fueran adecuadas y la liberación sea exitosa. Durante ese tiempo, el MAE proporcionó los insumos necesarios para su manutención y bienestar.
Así, en la mañana del pasado 18 de noviembre, un contingente conformado por médicos veterinarios y biólogos aunó esfuerzos para estos osos de anteojos puedan disfrutar de la naturaleza. Con extremo cuidado, los veterinarios usaron cerbatanas para sedarlos. Las vitaminas, antiparasitarios y anestesias proporcionados por esta Cartera de Estado, fueron elementos fundamentales para este operativo. Según explicó la especialista en Vida Silvestre del MAE, Yolanda Gualoto, quien lideró la liberación, “los animales dormidos no sufren el estrés extremo que les causaría la movilización en helicóptero”.
Tras 10 minutos de la dosificación, Mazharito, de 180 cm altura (en dos patas) cayó en un sueño profundo. Sus 100 kilos de peso pudieron ser levantados en una camilla, sin mayor complicación. Suyana, por su parte, resistió 25 minutos más. Sin embargo, siendo 20 centímetros más pequeña y 30 kilos más liviana, no dio mayor problema. Con los dos especímenes dormidos, a bordo de un súper puma modelo MI-171, del Grupo Aéreo 45 de las Fuerzas Armadas, el equipo despegó y sobrevoló la zona escogida para la liberación.
Las características propias de ese bosque nublado, cercano a un Área Protegida del país, dificultó la ubicación del punto exacto para dejar a los osos. En este trayecto el Blgo. Armado Castellanos, presidente de la Fundación Oso Andino, colocó un collar de telemetría al macho y un collar trailla a la hembra, elementos que servirán para monitorearlos. Una vez identificado en el sitio, el helicóptero aterrizó.
Mazharito en camilla y Suyana en brazos, aún dormidos, fueron trasladados hasta el sector elegido. Según se estimó, treinta minutos más tarde, los osos habrán despertado en medio de la densidad de la vegetación. Rodeados de árboles gigantes y cobijados por la tibieza de la neblina, encontrarán bromelias, suros, palmas y frutos silvestres, entre otros de sus alimentos favoritos.
Los operativos de este tipo son parte de las acciones que el Ministerio del Ambiente ejecuta en pro de bienestar, protección y conservación del Oso Andino (Tremarctos ornatus), una especie registrada en Libro Rojo de Mamíferos del Ecuador. Esta Cartera de Estado, como máxima Autoridad en Patrimonio Natural del país, velará por el cumplimiento de la Normativa Ambiental vigente, apoyará iniciativas evitar su extinción y fomentará programas que contribuyan con este objetivo.
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