Proyectos de adaptación al cambio climático serán expuestos en la COP22

Quito, 12 de noviembre 2016
Soberanía alimentaria y calidad de vida para poblaciones rurales vulnerables
Resulta contradictorio que desde hace cinco años, estando a pocos metros de la cumbre del nevado Cayambe, las comunidades aledañas no contaban con agua suficiente para sus cultivos. “El clima cambió y no llueve en el tiempo en que estábamos acostumbrados a sembrar”, comenta Laura Díaz, vicepresidenta de la Junta de Aguas “Canal Maldonado” de la comunidad de Larcapamba, cantón Cayambe. Con una sonrisa esboza que eso está cambiando, pues gracias a una iniciativa impulsada desde el Estado lograron construir un reservorio con una capacidad de almacenamiento de 4 200 metros cúbicos de agua que permite el riego de 290 hectáreas, lo que beneficia a las 102 familias de la comunidad.
Estas acciones se realizaron bajo el liderazgo del Ministerio del Ambiente con el apoyo del Gobierno Provincial de Pichincha, a través del Proyecto FORECCSA (Fortalecimiento de la Resiliencia de las Comunidades ante los Efectos Adversos del Cambio Climático con Énfasis en Seguridad Alimentaria y Consideraciones de Género). Se suma a este esfuerzo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP). La implementación corre a cargo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, y el financiamiento viene del Fondo de Adaptación.
El Ministro del Ambiente, Walter García, jefe de la delegación del Ecuador en la Vigésima Segunda Conferencia de la Partes (COP22), expondrá el lunes 14 de noviembre las experiencias del proceso de implementación de las medidas de adaptación al cambio climático.
Carlos Valencia y Oswaldo Escobar, habitantes de la comunidad, expresan su satisfacción al poder sembrar sin esperar a las lluvias y al lograr diversificar los productos para mejorar su alimentación. Esa misma alegría la comparten Isabel Palomino y María Gualavisí, dos mujeres de las decenas de personas que participaban del taller de seguridad alimentaria y nutricional el sábado pasado 12 de noviembre. Este es otro de los componentes importantes del proyecto FORECCSA: “fortalecer los conocimientos ancestrales en el cultivo y preparación de comidas ricas en nutrientes, para garantizar su soberanía alimentaria y mejorar la calidad de vida”, detalla Javier Rojas, Gerente del Proyecto.
Por su parte, en la comunidad Pitana Bajo, de la Parroquia Cangahua en Cayambe, la pequeña Rubí de dos años de edad parecía no percatarse del esfuerzo que hacía su madre, Elsa Coyago, al tenerla en su espalda, mientras con pala en mano participaba de la minga para concluir el tapado de las tuberías y por fin contar con agua de manera permanente para sembrar.
Esta comunidad, localizada a 3 000 metros de altura, sufre de sequías y heladas que afectan los cultivos de las 150 familias que la habitan. Por lo que han invertido al menos 3 000 horas en las mingas para colocación de la tubería para redes primarias y secundarias del sistema de riego y así reducir el impacto de las variaciones climáticas. Alicia Chimaro, una joven de 21 años, también estuvo en la minga, pues manifiesta que es una obligación cooperar con el bienestar de todos.
“Contar con agua de riego de manera permanente nos permitirá incrementar la producción, tanto para el consumo como para la venta”, señala Salvadora Gualavisí, una de las 15 mujeres de participan de las ferias de productos agroecológicos de la Comunidad los días sábados y domingos. Los viernes van a Carcelén, un barrio del norte de Quito.
María Dolores Quimbiamba, conocida como la “guardiana del agua” en la comunidad de San Luis de Ichisí, en Tabacundo, también estuvo presente y tuvo la oportunidad de compartir su experiencia con la Comunidad de Pitana Bajo. “Gracias al Proyecto FORECCSA hemos aprendido a cuidar y velar porque toda la comunidad tenga acceso al agua para producir una variedad de productos con abonos naturales”.
A nivel nacional, el FORECCSA promueve una propuesta de adaptación al cambio climático con énfasis en seguridad alimentaria y consideraciones de género, gracias a la cual se ha logrado la construcción/mejoramiento de 19 reservorios que incrementan la capacidad de almacenamiento de agua en 120 732 metros cúbicos para producir alimentos en época seca. También trabaja en el mejoramiento de 24 kilómetros de tramos críticos de canales de riego comunitario para dotar de agua a pequeños agricultores rurales. Además, trabaja en la incorporación/mejoramiento de prácticas agrícolas para retener la humedad del suelo en época seca, crear microclimas, atenuar la carencia de agua y diversificar la producción en al menos 3 000 chakras, mismas que constituyen la “despensa y farmacia” de las familias campesinas. Todas estas acciones se realizan en la Provincia de Pichincha (cantones Cayambe y Pedro Moncayo) y en la cuenca del Río Jubones (parte de Azuay, Loja y El Oro) con 200 comunidades y al menos 10 mil familias rurales que se ubican en zonas de sequía. Ahí se realiza un trabajo coordinado con los Gobiernos Autónomos Descentralizados que son co ejecutores del Proyecto.
Los logros de este proyecto, así como otras medidas de adaptación al Cambio Climático implementadas exitosamente en el país, serán expuestos por el Ministro Walter García el lunes 14 de noviembre en la Vigésima Segunda Conferencia de las Partes (COP 22) sobre Cambio Climático que se celebra en Marruecos. Lo hará durante el evento de alto nivel denominado “Agricultura Resiliente y Paisaje”, en el marco del Side Event “Sustainable Innovation Forum”, el cual tiene como objetivo compartir las experiencias sobre la implementación de medidas innovadoras de adaptación al cambio climático que contribuyen a mitigar la desertificación y pérdida de biodiversidad, así también discutir alternativas para motivar a los pequeños agricultores en el uso de prácticas sostenibles para adaptarse al cambio climático, atendiendo sectores prioritarios como la soberanía alimentaria, incluyendo consideraciones de género, aspecto clave para combatir el hambre en el mundo.