El Ministerio del Ambiente, a través de la Unidad de Mitigación de Huella Ecológica, lleva adelante un proceso de capacitación en tres barrios de la ciudad de Quito.

Durante tres fines de semana los moradores de los barrios Atucucho, La Mena y Puertas del Sol, se capacitan con la finalidad de desarrollar una cultura de consumo responsable de los recursos naturales. Estos barrios fueron seleccionados por cumplir las siguientes características: alto nivel de organización, comprobado compromiso de trabajo por su sector y existencia de experiencias previas en materia ambiental.

El Proyecto Huella Ecológica ha seleccionado a estos barrios para lograr influir en la ciudadanía y modificar sus patrones de consumo, mediante la capacitación, involucramiento y empoderamiento de los participantes. Se espera de este modo reducir la Huella Ecológica del barrio.

Los talleres se desarrollan bajo el parámetro de la “Guía para capacitación sobre Huella Ecológica”. La primera semana se trataron temas de ambiente y desarrollo, e impulsaron las actividades prácticas como mejor mecanismo de capacitación; el segundo fin de semana se explicó sobre la temática de Huella Ecológica, los componentes y formas de cálculo y los mecanismos para reducir su impacto; y el tercer fin de semana se promueven las buenas prácticas ambientales, la protección de la biodiversidad, formación de huertos urbanos, reducción de la contaminación ambiental, entre otros.

Para Álvaro Ruales, Director de Información, Seguimiento y Evaluación, “el Ministerio del Ambiente no sólo impulsa la creación de la normativa ambiental, sino que promueve el involucramiento con la finalidad de lograr un empoderamiento de la ciudadanía en temas de consumo responsable y disminución de la Huella Ecológica personal”.

Uno de los ejes de esta capacitación es el consumo responsable. En ese sentido, el MAE promulga la construcción de un pensamiento crítico sobre los consumos y como estos deben estar enmarcados en la promoción de formas justas y solidarias de producción y comercialización. Así mismo, se impulsa la búsqueda de opciones de producción ecológica y la concienciación en el manejo de las 3 R’s (Reducir, Reusar y Reciclar).

Esta iniciativa “busca crear conciencia, contribuir con el desarrollo de conocimientos, de actitudes y capacidades; permite crear procesos de evaluación de impactos ambientales y lo más importante promulga la participación activa de la ciudadanía”, afirma Paulina Velasteguí, Coordinadora de la Unidad de Mitigación del Proyecto Huella Ecológica.

En los talleres se dan algunos consejos de buenas prácticas ambientales entre ellos están: planifique sus compras y adquiera lo que verdaderamente necesita, reutilice los envases que puedan servir para almacenar otros productos y apoye la comercialización de productos reciclados.

Yolanda Villavicencio, una de las moradoras que asiste a la capacitación, dice que estas prácticas le servirán para enseñar a su familia, basándose en el manual que le fue entregado. Por su parte, Carlos Ordoñez, otro de los participantes, señala que su familia se ha dado cuenta del cambio que se ha producido por las capacitaciones, principalmente porque ha puesto en práctica la clasificación de residuos.

Los moradores de los barrios beneficiados felicitan el trabajo del Ministerio del Ambiente y buscan crear una concienciación del cuidado ambiental y su importancia para futuras generaciones.

Para la realización de los talleres de capacitación se cuenta con funcionarios de los proyectos Huella Ecológica, Sistema Único de Información Ambiental y Educación Ambiental del MAE, además de voluntarios del Servicio Civil Ciudadano quienes aportaron con su entusiasmo, tiempo y compromiso encaminado al servicio de la comunidad y protección del ambiente.