La organización ciudadana mejora la convivencia en Chamanga

Esmeraldas, 03 de junio de 2016
Tras el fuerte movimiento telúrico que sacudió el país el pasado 16 de abril, miles de personas de la población costera de San José de Chamanga recurrieron a los albergues del Ministerio del Ambiente, para buscar ayuda. De un momento a otro, hermanos que hasta aquel trágico momento no se conocían, vivían uno a lado del otro. El ambiente en estos sitios pudo tornarse caótico pero las familias damnificadas decidieron buscar mejores días y organizarse.
José Luis Godoy, uno de los líderes del albergue, comenta que por iniciativa de la comunidad se establecieron normas y reglas de convivencia. “Por ejemplo, a partir de las 22h00 no se puede ingresar ni salir del campamento, se trabaja por turnos para realizar el aseo de las letrinas, cocinar y socializar temas de interés; además no se puede ingerir bebidas alcohólicas ni fumar al interior del albergue, ni tampoco se puede portar armas”, explicó.
En el albergue de Chamanga todos acatan las reglas comunitarias, tanto las personas albergadas como los funcionarios públicos que colaboran en el lugar. El objetivo de implementar normas disciplinarias es brindar el mejor ejemplo posible a niños y jóvenes. Los representantes de cada bloque se encargan de vigilar el cumplimiento de las mismas.
No obstante, otro tipo de acciones también evidencian la organización de la comunidad. Liderados por los representantes de las Instituciones del Estado competentes, los representantes del albergue realizan simulacros de evacuación ante posibles sismos. El último simulacro se llevó a cabo ayer por la mañana.
Apenas amanecía y el ruido de la sirena advertía el inicio del simulacro. Casi todos en pijamas abandonaban rápidamente las carpas en compañía de sus familiares. Poco a poco se reunían en el centro del campamento, un área despejada considerada segura. La actividad no duró más de 10 minutos.
Para Rosa Gudiño, usuaria del albergue de Chamanga, los simulacros son importantes y necesarios para la seguridad de todos. “Dios no lo permita pero si vuelve a ocurrir una desgracias debemos estar preparados y activos, no podemos quedarnos dormidos. A través de estos ejercicios, ya sabemos que hacer, debemos coger rápido nuestras cosas y salir al punto de encuentro”, dijo.
Los habitantes de Chamanga están decididos a salir adelante, han transformado la desgracia en una oportunidad para ser una comunidad mejor. La organización en los albergues, si bien es cierto es iniciativa de los usuarios, está permanentemente apoyada por las Instituciones del Estado.
Dirección de Comunicación
Ministerio del Ambiente