Galápagos comparará efecto de El Niño en iguanas marinas desde 1982

Ministerio del Ambiente de Ecuador

Galápagos, 25 de noviembre de 2015

 

  • Técnicos del Parque Nacional Galápagos estandarizan técnicas de monitoreo empleadas en la década de los 80’s.
  • El seguimiento de las poblaciones de esta especie  será realizado antes, durante y después del fenómeno climático.

Guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), fueron capacitados por el científico Andrew Laurie, quien desarrolló una técnica para el estudio de los individuos de la especie iguanas marinas (Amblyrhynchus cristatus) durante el evento climático de 1982 y 1983, esto con el objetivo de estandarizar las técnicas de monitoreo de la población de estos especímenes.

Los guardaparques conocieron las técnicas empleadas para el marcaje y la toma de datos biológicos, como medidas del cuerpo, y un tipo de identificación que permita reducir el estrés de los individuos durante los monitoreos programados por la DPNG, para dar seguimiento antes, durante y después del fenómeno de El Niño.

Eduardo Espinoza, responsable de Monitoreo de los Ecosistemas Marinos, del Parque Nacional, considera que estas actualizaciones ayudan al fortalecimiento de las capacidades locales de la institución, para establecer un monitoreo adecuado de esta especie clave en el ecosistema marino, que es indicadora de fenómenos climatológicos como lo es El Niño.

Este nuevo sistema de marcaje permanente, que emplea hilo nylon y perlas plásticas, es colocado a manera de arete en la base de la cresta con una combinación de colores, que representan dígitos, facilitando el seguimiento de las iguanas marinas en poblaciones ubicadas en lugares remotos, como las islas Fernandina y Genovesa, considerados sitios clave para el monitoreo.

Con las nuevas técnicas los guardaparques extenderán los seguimientos a otras islas, donde se enfocarán en valores relacionados con el índice de salud promedio de las poblaciones de las iguanas marinas, que serán comparados con registros de años anteriores.

Impactos en las iguanas

Espinoza y Laurie esperan que las iguanas marinas sufran un menor impacto por el actual evento de El Niño, debido a otras incidencias previstas por los oceanógrafos, como la corriente marina subecuatorial, que con su baja temperatura brindaría un poco de afloramiento (productividad primaria, alimento).

Andrew Laurie destaca que, los registros de 1982-1983 evidenciaron que, durante El Nino las algas rojas y verdes fueron remplazadas en las costas de Galápagos por algas pardas, las cuales son difíciles de digerir, como resultado el 70% de las iguanas marinas murieron de inanición, sin embargo después del evento las hembras anidaron tres huevos por año y la población se incrementó rápidamente. Situación que se repitió durante El Niño de 1997-1998, lo cual demostró la resiliencia (capacidad de recuperarse) de esta especie a estos eventos.

Otro aspecto que resalta Laurie, es que al fin del año 1983  las algas rojas y verdes ya volvieron a restablecerse. Antes de El Niño de 1982-83 las iguanas hembras alcanzaban la madurez sexual a los 5 o 6 años de edad, anidaban en años alternos, poniendo dos huevos de 100 g cada uno. En el año 1983 no se reprodujo ninguna iguana, pero desde el año 1984, la edad reproductiva de las hembras se redujo a los 2 o 3 años, y las hembras empezaron a colocar tres huevos de 70 a 80 g cada uno, todos los años.  La tasa de crecimiento de los jóvenes aumentó sustancialmente y las iguanas llegaron al tamaño adulto más rápidamente.

Los técnicos reconocen que ante la presencia de El Niño la estabilidad poblacional de las iguanas marinas disminuye, pero tras el paso del evento climático se evidencia una recuperación. Sin embargo si los periodos de temperaturas anómalas fuesen más frecuentes, y con mayor intensidad, es posible que la recuperación pudiera ser interrumpida.


 

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