El Noroccidente de Pichincha postuló ante la Unesco para ser declarado Reserva de Biósfera

11 de octubre de 2017
Hoy, el Ministerio del Ambiente y el Gobierno de Pichincha, presentaron ante la UNESCO el expediente técnico y participativo para la declaración de la zona del Chocó Andino de Pichincha como Reserva de Biósfera.
Saadía Sánchez, representante de la UNESCO en el Ecuador, felicitó los esfuerzos del Estado ecuatoriano, la sociedad civil, los Gobiernos Locales y Municipales al trabajar en conjunto por esta gran causa ambiental y aseguró que “todos los expedientes entregados permitirán la declaración de la Reserva de Biósfera”.
Cada año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recibe postulaciones de lugares excepcionales para ser declarados como Reserva de Biósfera, este título internacional es más que un galardón para áreas de alta biodiversidad, es un reconocimiento que se otorga a territorios únicos, donde el desarrollo socioeconómico de las comunidades humanas tiende a una relación armónica con el entorno natural, su uso y conservación de recursos.
Se espera tener el pronunciamiento de UNESCO entre junio y septiembre de 2018. Con esto nuestro país contará con la séptima Reserva de Biósfera junto al Parque Nacional Galápagos, Yasuní, Sumaco, Podocarpus – El Condor, Macizo del Cajas y Bosque Seco
Por su parte, Tarsicio Granizo, Ministro del Ambiente, enfatizó la importancia de este reconocimiento pues, “la creación de éstas áreas solo tienen sentido si dan beneficios a las comunidades que viven dentro o alrededor de las mismas. Es un área de importancia turística que nos demuestra que es posible desarrollar economías locales, a través de aprovechamiento sostenible y sustentable de sus recursos”.
La zona del Chocó Andino tiene una extensión que representa el 30.31%, que representa 286 mil hectáreas del territorio de Pichincha, con una concentración de flora y fauna que incluye especies emblemáticas como el oso de anteojos, el zamarrito pechinegro, el gallo de la peña, olingos, tigrillos, e infinidad de insectos, anfibios y reptiles. Los servicios ecosistémicos que estos bosques brindan a ciudades como Quito, Los Bancos y Pedro Vicente Maldonado garantizan el hábitat y la vida, pues son la fuente de agua potable, para riego productivo y generación de energía eléctrica. Cada hectárea de bosque es capaz de absorber hasta 250 toneladas de carbono, renovando el aire que respiramos.
El Prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, expresó su satisfacción por el trabajo mancomunado que se ha realizado entre los diferentes sectores que han colaborado para la creación de ésta área de conservación, y señaló, que “la Reserva de la Biósfera nos permitirá nutrirnos de generación eléctrica, de producción agroecológica, de sus fuentes de agua sin afectación ambiental, garantizando los derechos a la naturaleza”.
El acto contó con la presencia de Gustavo Baroja, Prefecto de Pichincha; Tarsicio Granizo, Ministro del Ambiente, y Saadía Sánchez, Representante de la UNESCO en Ecuador.
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