El fenómeno El Niño será analizado en investigación de tiburones ballena

Quito, 1 de octubre del 2015
- Nuevas técnicas de marcaje satelital usadas en estos especímenes permitirán contar con imágenes submarinas.
- Además, podremos medir el cambio de las temperaturas del mar dentro de la Reserva Marina de Galápagos provocadas por el fenómeno de El Niño.
El estudio del pez más grande del mundo en Galápagos tiene nuevos componentes este año ante la anunciada presencia del fenómeno El Niño, que provoca el calentamiento de las aguas; y la implementación de nuevas técnicas de marcaje de tiburones ballena (Rhincodon typus) dentro de la Reserva Marina de Galápagos. Un grupo de científicos internacionales junto a técnicos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos inició hace cuatro años el proyecto de monitoreo satelital para conocer los patrones de migración de esta especie y fortalecer la medidas para su conservación a escala mundial.
Los expertos han realizado varios viajes a la isla Darwin, al norte del archipiélago, durante esta temporada de avistamiento de tiburones ballena, que se desarrolla entre junio y noviembre de cada año, en dos fases. Entre junio y agosto, en la llamada fase fría, aumenta el número de individuos en el sector desde donde inician una migración hacia el oeste del océano Pacífico; mientras que a su regreso entre los meses de septiembre a noviembre, en la conocida fase caliente, el número de estos gigantes de más de 15 metros longitud disminuye y coincide su avance hacia aguas altamente productivas afuera de la plataforma continental del sur de Ecuador y norte de Perú.
Los datos registrados por los expertos forman parte del sistema de información ambiental de la DPNG, en base al rastreo de 30 individuos de esta especie. Con ayuda del marcaje, este año se esperan nuevos insumos relacionados con el paso de los tiburones ballena por el archipiélago durante el desarrollo de los cambios de la temperatura del mar, por efectos del fenómeno climático El Niño.
Se ha comprobado que el calentamiento de las aguas disminuye la producción de nutrientes primarios y como consecuencia especies como iguanas marinas, y aves, se ven afectamadas por la falta de alimento. Las corrientes frías, como la Ecuatorial o Cromwell que baña las costas del archipiélago, trae aguas profundas y ricas en nutrientes, desde el Pacífico oriental.
Los técnicos de la DPNG y los científicos analizan el tipo de marcaje y el tipo de equipos que permitan mejorarlo. Jonathan Green, de la Fundación Megafauna Marina Ecuador (FMME), es parte del proyecto que este año incluyó la aplicación de una marca que incluye una cámara de vídeo que permitirá obtener imágenes del desplazamiento submarino de los individuos, la mayoría identificados como hembras de gran tamaño con los abdómenes distendidos, lo que sugiere que están preñadas.
«La investigación espera despejar entre otras hipótesis la posible relación de estos movimientos con las zonas de alumbramiento», dijo Alex Hearn, de la Universidad San Francisco de Quito y Turtle Island Restoration Network. Además, espera que el monitoreo brinde información sobre los neonatos y juveniles, de los cuales no se sabe nada.
Nuevos investigadores
Esta temporada el proyecto fue reforzado con la participación de Brent Stewart, de Hubbs-Seaworld Research Institute, quien aplicó marcas satelitales de larga duración a cuatro hembras adultas que serán monitoreadas ocho meses con estos dispositivos de 20 centímetros de longitud. En la fotoidentificación colaboraron Simon Pierce y Chris Rohner, de Marine Megafauna Foundation, quienes destacaron que la ciencia ciudadana es clave, porque las fotos permiten identificar a los individuos a través de los patrones de puntos detrás de sus branquias, los cuales equivalen a las huellas digitales de las personas.
En los estudios de laboratorio participaron Leandro Vaca, del Galapagos Science Center – USFQ; y Clare Prebble, de Marine Megafauna Foundation, quienes mediante las muestras de tejido esperan determinar donde residen estos tiburones y su alimento, entre otros aspectos, a largo plazo. “Al contrario que en otros lugares donde se avistan tiburones ballena, en Darwin no se los observa alimentándose», agregó Prebble. Para la toma de muestras de sangre y sus análisis se unió Alistair Dove, del Acuario de Georgia en Atlanta, quien lidera la evaluación de la factibilidad de tomar muestras de sangre de los tiburones para determinar su estado de salud y niveles hormonales.
«La información recabada sobre el uso de hábitat, tanto de tiburones ballena como de otras especies marinas, es extremadamente importante para el proceso de revisión de la zonificación de las áreas marinas y terrestres que actualmente realiza la DPNG”, sostuvo el guardaparque Harry Reyes, responsable de Conservación y Uso de Ecosistemas Marinos.
El guardaparque Eduardo Espinoza, responsable de monitoreo de ecosistemas marinos, destacó que los acuerdos y convenios internacionales a los que está suscrito el país, llevan a la Dirección del Parque Nacional Galápagos a realizar acciones de conservación para las especies protegidas, no solo en el archipiélago sino en otras áreas del planeta, como los tiburones ballena que están en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en los apéndices de conservación de la Convención de las Especies Migratorias (CMS).
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Ministerio del Ambiente