Un monitoreo biológico sacó a la luz las maravillas naturales de Naranjal

Un monitoreo biológico sacó a la luz las maravillas naturales de Naranjal

Guayaquil, 21 de febrero del 2017

Del 16 al 18 de febrero, alrededor de 40 personas, entre expertos en monitoreo biológico y estudiantes de universidades locales, visitaron la comunidad Flor y Selva, ubicada en el cantón Naranjal, provincia de El Guayas. Durante la visita se realizó el levantamiento de información de las especies endémicas y de todas las existentes a lo largo de 1.200 hectáreas. Se espera que, a mediano plazo, este espacio sea declarado área de conservación provincial.

Esta actividad fue impulsada por el Proyecto Conservación de los Anfibios del Ecuador y Uso Sostenible de sus Recursos Genéticos (PARG) del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), cuenta con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

1.200 hectáreas de la comunidad Flor y Selva serán un espacio de conservación provincial.

El PARG busca la protección de los anfibios, especialmente de aquellos en peligro de extinción. Por ello, durante el monitoreo de la comunidad Flor y Selva, se realizó el registro de la rana militar (Atelopus balios) y se abrió un espacio de conversación e intercambio de información sobre la importancia de ser parte de un área protegida,  con los habitantes de la zona.

La acción estratégica para la declaratoria de estas áreas protegidas, la coordina el MAE en estrecha colaboración con el Gobierno Autónomo Descentralizado Provincial de El Guayas y el apoyo del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Naranjal.

“Estamos contentos por conocer las maravillas naturales que poseemos. Estamos aprendiendo a conservarlas y estamos seguros de que seremos capaces de convivir con un lugar natural y a la vez seguir con nuestras prácticas agrícolas y de producción amigables con la naturaleza”, expresó Marianela Galarza, presidenta de la comunidad Flor y Selva.

Para la academia, esta comunidad constituye un laboratorio natural para la investigación, “Hemos registrado aves, insectos, murciélagos y otras especies endémicas. La comunidad es privilegiada al tener tanta biodiversidad que proteger”, señaló Paolo Piedrahita, docente investigador de la ESPOL.

La información recopilada será sistematizada. Posteriormente se emitirá  un informe de las especies registradas, con el fin de generar acciones de conservación entre las instituciones y actores locales.

Al evento se sumaron organizaciones como el Centro de Conservación de Anfibios Amaru, la Red Aves del Ecuador, la Universidad Espíritu Santo, la Escuela Superior Politécnica del Litoral, entre otras.

Dirección de Comunicación
Ministerio del Ambiente


 

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