El 70% de los nidos de petreles de la isla Santa Cruz tienen un pichón

Santa Cruz, 30 de septiembre del 2016
Esta semana, los guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, del Ministerio del Ambiente (MAE), iniciaron el monitoreo de los nidos de petreles de las colonias establecidas en la isla Santa Cruz, a fin de determinar el estado poblacional de estas aves marinas y aplicar medidas de control a las especies introducidas que pudieran afectar el éxito reproductivo durante este año.
Las primeras colonias en las que se realizó la actividad fue en las ubicadas en el Cerro Helecho, en la mina de granillo rojo, y las de Media Luna, parte alta de la isla Santa Cruz, en donde se revisó cada uno de los 652 nidos registrados anteriormente, y se verificó que al menos un 70% de ellos tiene un pichón.
Estas pequeñas aves forman nidos en profundas cuevas y colocan un solo huevo al año. Los guardaparques inspeccionan el interior de cada nido.
El petrel de Galápagos (Pterodroma phaeopygia) es una especie endémica de ave marina, de hábitos nocturnos, que anida en las zonas altas de las islas Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela, Floreana y Santiago. Los petreles que son aves pequeñas, buscan zonas boscosas para formar nidos en profundas cuevas de la zona húmeda, en donde colocan un solo huevo al año y cuando son adultos regresan a la misma colonia a anidar.
Los guardaparques inspeccionan el interior de cada nido y verifican la presencia de residuos de plumaje, lo que permite determinar si al interior del nido existen petreles adultos, huevos, o si ya se ha producido la eclosión y hay pichones. Esto se lo realiza de forma directa o con la ayuda de una linterna.
Adicionalmente, los guardaparques colocaron 1.100 estaciones de control de roedores en la zona, para mantener baja la presencia de esta especie introducida. Estos controles se realizan dos veces al mes durante todo el año, en todas las colonias de anidación de petrel.
En la zona de Los Gemelos, los petreles regresaron anidar este año después de décadas de ausencia. El control de especies introducidas como mora y guayaba ha contribuido a restaurar el hábitat de esta especie, de las que se calculan existen unas 8.500 parejas en todo el archipiélago. Actualmente esta especie se encuentra en la categoría de peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los sitios de anidación de petreles que se encuentran en las islas Santa Cruz, Santiago y Floreana están ubicados en Zona de Conservación de acuerdo al nuevo Sistema de Zonificación de las Áreas Protegidas, por lo que se aumentó el nivel de protección sobre esta especie.