Nueva camada de galapaguitos se espera en la temporada de reproducción 2015-2016

Quito, 22 de septiembre del 2015
- Las tortugas reproductoras del centro de crianza de Santa Cruz han colocado 150 huevos en el inicio de la temporada
- Hasta fines de año, cuando termine la fase de anidamiento, se espera la duplicación del número de huevos.
La esperanza de perpetuar la especie emblemática del archipiélago vuelve a nacer en Galápagos con la apertura de la temporada de reproducción 2015-2016 de las tortugas gigantes ícono de nuestras islas, que oficialmente se abre hoy.
Desde julio han sido recolectados de los nidos 150 huevos puestos por las 28 hembras reproductoras que tiene el Centro de Crianza de tortugas gigantes Fausto Llerena, de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, en la isla Santa Cruz.
El número de huevos corresponde al primer desove de las tortugas, hecho que se repite en los centros de crianza que la DPNG tiene a su cargo en las islas San Cristóbal e Isabela. Este proceso continuará hasta los últimos meses del año cuando las hembras realicen sus últimos nidos; sin embargo la eclosión se extiende hasta el primer trimestre del 2016.
El guardaparque Freddy Villalba, responsable del centro de crianza de Santa Cruz, prevé que la cifra de huevos se duplicará hasta el final del anidamiento, considerando que cada hembra coloca un promedio de seis huevos por nido en el caso de las tortugas originarias de islas bajas; mientras que las hembras de las islas altas pueden poner hasta 10 unidades.
El Programa de Reproducción en Cautiverio inició en 1965 cuando fue establecido el centro de crianza Fausto Llerena, que inició su trabajo con las poblaciones de tortugas de la especie Chelonoidis eppiphium, de la isla Pinzón; luego con las poblaciones de la especie Chelonoidis hoodensis, de la isla Española (de un total de 15 especies distintas que existe de tortugas Galápagos). Gracias a esta medida de manejo más de 5000 tortugas han sido reproducidas y repatriadas a sus islas de origen.
El proceso, como todo lo que ocurre en las islas encantadas es prácticamente mágico. Las hembras ovadas realizan sus nidos con un proceso que puede durar varios días, en los que remueven el terreno con sus patas traseras hasta cavar un hueco de 40 centímetros de profundidad, con esa tierra forman una mezcla con su orina y excremento con la que realizan una cubierta cóncava que protege a los huevos para que no sean aplastados.
En estado natural, el espacio dentro de los nidos les permite a las tortuguitas permanecer 60 días en el interior hasta que su cuerpo absorbe el saco de yema llamado vitelino, que está pegado al plastrón y le proveerá de alimento hasta que salgan a la superficie.
En cautiverio el proceso es replicado en una caja oscura donde los galapaguitos son colocados durante 30 días.
Los guardaparques controlan el sexo de las tortugas en las dos incubadoras artesanales, en las que se regula la temperatura para definir el sexo de los huevos. Estudios científicos han demostrado que a 29.5 grados centígrados se obtienen hembras y a 28 grados machos.
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Ministerio del Ambiente