Como parte de un proceso de capacitación y educación ambiental, el Ministerio del Ambiente (MAE), a través del Proyecto Huella Ecológica, impulsa la iniciativa ‘Nuestra Huella sobre el Planeta – Barrio Verde’, un proyecto piloto que surgió el año pasado y que tiene como objetivo promover una cultura de uso racional de los recursos y disminución en la generación de desechos.

Hoy, como resultado del trabajo realizado en tres barrios de la ciudad de Quito, se entregaron certificados a las 212 personas que participaron activamente en los talleres direccionados a desarrollar una cultura de consumo responsable y barrios más verdes. El evento se desarrolló en las canchas del barrio Puertas del Sol.

Para la ejecución de este proyecto se eligieron a los barrios Atucucho, La Mena y Puertas del Sol. «Cuando nosotros iniciamos, teníamos claras tres características que buscábamos en los barrios: que sean organizados, que tengan un fuerte compromiso con el trabajo ambiental y que hayan tenido un trabajo previo en este tema», aseguró Paulina Velasteguí, Coordinadora de la Unidad de Mitigación del Proyecto Huella Ecológica del MAE.

Al contar con la aceptación de la gente, se trabajó durante tres fines de semana en temas como ambiente y desarrollo; Huella Ecológica, sus componentes, formas de cálculo y mecanismos para reducir su impacto; buenas prácticas ambientales, protección de la biodiversidad, formación de huertos urbanos y reducción de la contaminación ambiental, entre otros.

En el evento se destacó también la importancia del indicador Huella Ecológica para la toma de decisiones de política pública. «Gracias a los informes generados sobre este indicador se pudo identificar que los patrones de consumo y la generación de residuos son incompatibles con la conservación de los recursos naturales, precisamente por ello, las capacitaciones impartidas en los barrios han ido dirigidas hacia el conocimiento de la Huella Ecológica y sus implicaciones, buscando formar líderes que en un trabajo conjunto con el MAE implementen prácticas ambientales que garanticen una relación armónica con la naturaleza», afirmó Velasteguí.

La respuesta de la gente ha sido muy buena. Patricio Vargas, morador del barrio Atucucho, explicó que los talleres fueron muy útiles para conocer las causas del deterioro ambiental. «Lo que más me llamo la atención es la contaminación de la ciudad, a través de las grandes industrias, de los vehículos, la basura, etc. Quisiera que el Ministerio del Ambiente continúe con este tipo de charlas informativas».

Por su parte, Sandra Gómez, moradora de La Mena, afirmó que estas capacitaciones les han motivado a cuidar el planeta. «Le doy gracias al Ministerio del Ambiente, que siempre está pendiente de la gente, y sobre todo busca que hagamos conciencia sobre la protección de nuestros recursos».

«Estamos conscientes de que los verdaderos cambios se forjan en estos espacios, donde generamos vínculos y compromisos con la gente, donde los procesos son legitimados por los verdaderos actores de cambio que son ustedes», ratificó Velasteguí, para finalizar su intervención.

¿Qué es Huella Ecológica?

La Huella Ecológica calcula la superficie de tierra y agua necesaria para producir los recursos que consumen los seres humanos y absorber los desechos que generan. Actualmente, el proyecto ejecuta este cálculo en tres niveles específicos: nacional, institucional (instituciones públicas y privadas) y sectorial (con universidades, colegios y barrios de Quito).

«Al MAE está calculando este indicador, considerando que es una herramienta importante para la toma de decisiones. Somos el único país latinoamericano que está calculando el indicador con datos nacionales y oficiales», manifestó Juan Andrés Portilla, Coordinador del Proyecto Huella Ecológica.