El Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), quintuplicó la meta fijada para la recuperación de celulares usados en el año 2014. De julio a diciembre, se recolectaron 308 208 celulares en desuso, cuando la meta planteada fue de 58 490 unidades, es decir, se superó en un 526%  el objetivo planteado para ese año.

Este logro es un ejemplo exitoso de la implementación del principio de responsabilidad extendida del productor e importador, un concepto que por primera vez se aplica en Ecuador, en el marco de la Política de Gestión Integral de Residuos Sólidos y la normativa ambiental vigente, que impulsa el Gobierno de la Revolución Ciudadana como uno de los hitos de su gestión.

Este principio señala que los productores tienen la responsabilidad del producto a través de todo el ciclo de vida del mismo, incluyendo los impactos inherentes a la selección de los materiales, del proceso de producción de los mismos, así como los relativos al uso y disposición final de estos luego de su vida útil.

La aplicación del Acuerdo 191, que establece el principio de responsabilidad extendida para equipos celulares en desuso, exige la presentación de Planes de Gestión Integral de celulares usados, donde los importadores de teléfonos móviles deben determinar ante la Autoridad Ambiental, los mecanismos de recolección y los gestores ambientales autorizados que receptarán los celulares por reciclar.

En el país existen hasta el momento 33 importadores y distribuidores de teléfonos móviles, de los cuales 25 están registrados en el Misterio del Ambiente y han realizado la recolección antes señalada en base a los Planes de Gestión Integral presentados.

Los importadores tienen la obligación de recuperar el 3% del total de los celulares que ingresan al país con la implementación de planes de gestión que contemplan a las telefónicas, distribuidores, puntos de venta, gestores y consumidor final. Estos planes deben incluir los mecanismos más idóneos para que el consumidor final retorne el celular en desuso.

El MAE impulsa la gestión integral de celulares en desuso, a través de mesas de trabajo con importadores y distribuidores para socializar el Acuerdo 191 y capacitar sobre la aplicación del principio de responsabilidad extendida del productor e importador; así como la creación de gestores ambientales autorizados que garanticen el manejo adecuado de celulares usados. Esta es una muestra del trabajo coordinado entre el sector público y privado.

Los equipos celulares usados están categorizados en la normativa vigente como desechos especiales, es decir, aquellos que pueden contener una o varias de las siguientes características: corrosivas/ reactivas/ tóxicas/ inflamables/ biológico-infecciosas y/o radioactivas, como es el caso de las baterías de los teléfonos móviles, una vez que su ciclo de vida útil ha concluido.

Fases que contempla el Sistema de Gestión de celulares en desuso

1) La generación responsable del producto que satisfaga las necesidades del usuario final tomando en cuenta que al terminar su vida útil, se convertirá en un residuo que dependiendo de  las características de sus componentes podría ser reciclado o no.

2) Recolección y transporte de celulares en desuso: el importador en acuerdo con el gestor ambiental autorizado correspondiente debe recuperar y asegurar mecanismos adecuados de disposición para estos dispositivos. Para el efecto debe diseñar e implementar planes de gestión que cumplir con este propósito. Las operadoras de telefonía móvil, distribuidores, comercializadores, puntos de venta autorizados y usuarios finales son corresponsables de la ejecución de estos planes.

3) Almacenamiento: las unidades recuperadas se guardan en sitios especialmente diseñados para el efecto por un gestor ambiental autorizado.

4) Separación, desensamblaje y/o reconversión: en Ecuador se realiza el desensamblaje primario, es decir la separación de batería y la carcasa del teléfono móvil para su posterior exportación a países como Canadá y Bélgica, donde se desarrollan procesos específicos de reciclaje.

5) Reutilización o reciclaje: en esta fase se identifica los componentes del teléfono móvil, que pueden ser reusados o convertirse en materia prima de nuevos productos (reciclaje).

6) Tratamiento y disposición final: aquellos materiales que no pueden ser reutilizados o reciclados y están catalogados como peligrosos (componentes de la batería del celular) son ubicados en celdas de seguridad bajo parámetros ambientales internacionales. En Ecuador por el momento no se llevan a cabo estas dos últimas fases.

Este hecho sienta un precedente en el reciclaje de celulares en el país, muestra los primeros resultados positivos de la aplicación del Acuerdo 191 y constituye un aliciente para los importadores para que continúen por el mismo sendero.